Pues nada, es que soy miope y ni con gafas termino de ver la realidad como tal. Mi realidad siempre fue la mia y no la del resto pero no importa demasiado porque las consecuencias solo las sufro yo. Es que me da igual.

Ahora puedo pintarme los labios de un color no demasiado llamativo. Siempre me gusta ir de rojo puta. Y tengo una caja de secretos como muchas que tuve pero en ninguna ponía que lo era, siempre han sido cajas de segunda mano usadas antes para guardar zapatos. También tengo un libro que se lee tan deprisa como lo que se tarda en llegar al pueblo de visita. Es un libro blanco, animoso en el que existen pocos personajes, muchos capítulos, casualidades y libertad, todo lo que me hace sentir bien. Tengo un vestido para el otoño que es para chicas bohemias con el que me disfrazo de lo que te gusta. Tengo canales modernos en una tele antigua y sé que mi guitarra vale más de lo que pensé cuando tiré el ataud.

No echo de menos la vida de antes, me gusta la de ahora, estoy aprendiendo tanto.

Los pensamientos se me secaron. Estuve muchos meses cuidando de ellos y cuando me fui, el encargado de regarlos los dejó morir. Y no me enfadé. Habrá pensamientos nuevos. Todo puede volver a nacer. Los del álbum seguirán ahí inertes.

Se acaba otro mes y en mi mochila tengo grandes recuerdos felices y tantas fotos!