Cuando hay terremoto aconsejan meterse debajo de la mesa.

La verdad es que no sé quién me creo. Todo el tiempo usando explosivos para que con el ruido de la explosión no escuchar las tempestades internas. Es cierto, es duro para quien recibe bombas a cascoporro sin supuesto motivo ni razón. Pero todo encaja en mi cabeza y que me pateen verbalmente que no me apeo de mi caballo neurótico blanquecino, tirando a rojo inmaculado.
Quién soy yo para tratar a nadie de ninguna forma, es cierto, pero todo encaja davidianamente.
Quizá me creo la reina de saba pero pensaba que lo era. Una aclaración a tiempo puede salvar miles de vidas humanas si supone una explosión menos.

No te noto tan contenta. Tengo el brillo de ojos lejos.
Deberías estar contenta por lo que tienes. Lo estoy, antes ni existía.