Y en contra de lo que se dice, que nunca se piensa, la realidad de fuera siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre ... siempre... siempre... pero siempre menos una vez... supera la irrealidad de dentro.
Hola una vez, podré en algún momento deshacerme de ti? y si no... a lamer sobacos y oler calcetines toda la vida! Todos los malditos siempres acaban en una vez jajajajaja
Aprendí que la cortesía a veces, y no siempre, se disfraza de mentirijilla como mandan las buenas maneras del libro de las catarsis. Y que tranquilidad... no, oye, pero bien, elegante y en su punto. Que punto! yo haría lo mismo ante tal efecto!
Agradecida.
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