Invenciones I
Cuando nos conocimos él tenía la cara llena de granos y yo el pelo sucio pero aquello no importaba, eran otros tiempos. Exigir minucias de aquel calibre estaba de más. La emoción de encontrar y el latir inocente hacían de mi pelo un elemento invisible.
Así que calva, como me sentía, nos besamos con lengua.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home