nueve
Mi silencio es producto de tu palabra.
Los pasos son consecuencia de tropiezos.
La desgana me cubre el pelo porque la dejo.
Mi desvelo se retuerce sin permiso
de mis ojos y el recuerdo.
posted by presunta @ 12:44
Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar
**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**
domingo, abril 09, 2006
Los pasos son consecuencia de tropiezos.
La desgana me cubre el pelo porque la dejo.
Mi desvelo se retuerce sin permiso
de mis ojos y el recuerdo.
Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar
**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**
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- El retorno de la magia III
- El retorno de la magia II
3 Comments:
a mi socorro, a mi destino,
a mi ventana de tiritos,
que disparan escondidos,
que disparan en silencio,
los jodidos ya están muertos.
De ángeles azules mareados por el árbol que rodea las violetas y las rosas que aman tintas orgullosas.
De invasores colorines y lagartos camuflados,
de lagartos
de lagartos
de largados.
De cajas de galletas y de galletas en caja.
de ventana con dos hojas y de puerta con ventana.
A mi socorro, a mi destino,
a mi semibotella de vino.
A mi pedo exagerado con olor a vinagrito. a mi tinta permanente con bandera de negritos.
A mi socorro, a mis olvidos.
A mis pilas gastadas por el peso de los niños, y las fotos, y los viejos, y las putas y los picos.
A mi socorro, a mi divino
despertador del desvelo mañanero,
que no entiendo cuando quiero, que lo entiendo cuando puedo...
A mi socorro, a mi delito.
A mi metro extraviado en plena ciudad condal, cuando miro le pregunto, dime dónde coño vas!
voy...
A mi socorro... a mi destino...
/me imagina a /su con un pañuelo rojo en la cabeza, anudado, dos zarcillos (no pendientes) aros gigantes de oro y una blusa blanca de lunares negros. Ma Zingara.
Al anónimo quizá perdido y sin ganas de ser encontrado se le sale lo viejo por las orejas y lo disfraza de nuevo. Pues aunque no sé ni de lejos quién se esconde no importa demasiado porque no dejan de ser ceros y unos disfrazados. Y si no salen de aquí, no dejan de ser del mismo saco.
aSí sí.
Me encanta lo escrito, te felicito, te animo y dale con la comita,
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