Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

lunes, enero 09, 2006

de psicoanálisis

Nunca pensé ser la princesa
del cuento y al final perdices.
No imaginaba ser una heroína.
La que te salvará.
No iré con besos a transformar ranas
ni con espadas a liberar príncipes.
No dejaré colgar mi melena
desde lo alto para que subas.

No pretendí ser astronauta
ni enfermera.
Tampoco quise ser la madre
o la tía.
Mi pretensión no fue
la de hacer de mi vida
una película americana.

Ni de intelectual ni marisabidilla.
No quise ir de la más mejor.
De desconfiada ni de buena.
Tampoco quise ser la más alta.

Seré la mujer del cuadro,
la que te mira desde todos los ángulos.
Que observa el devenir ajeno.
A quien miran cuando pasan.
A quien no miran cuando pasan.
La mujer que sabe. Que aprende.

Con pose natural, vestido elegante
y el pelo caído en el hombro insultantemente.
A media sonrisa, en posición lateral.
Que si me miras lo empiezas a entender.

Que sin saber tengo las respuestas. Dijo.

Princesa, heroína, besadora.
Astronauta, enfermera.
De intelectual a marisabidilla.
Madre y tía, actriz y desconfiada.
Con el pelo recogido y los sueños estáticos,
mi quietud es observada.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Haz lo que quieras pero nunca vayas al castillo de irás y no volverás...

10 de enero de 2006, 20:39  

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