Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

jueves, agosto 17, 2006

primero los romanos y luego las avestruces

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Bueno, la historia de la avestruz. Hay dos versiones: la de las avestruces españolas y la otra. Empiezo suponiendo que hablamos de la avestruz x.

La avestruz x, natural de Villar del Rio, era una animalita con estudios. Una avestruz hecha y derecha, la excepción de su pueblo, todos la admiraban. Pero había algo que no le permitía ser totalmente feliz y es que nuestra querida señorita x se sentía sola.

Un día su amiga la avestruz z le dijo que si quería encontrar un amiguito... tendría que buscar dentro, en el interior. Ella lo interpretó a su manera y no se le ocurrió otra cosa que meter la cabeza en el primer agujero que vio. Al asomarse... vio a un apuesto koala comiendo eucalipto australiano y se enamoró!

El koala y la avestruz se hicieron novios, fueron felices y comieron palitos de cangrejo para siempre.

Las amigas de la avestruz, al ver que le iba tan bien, le imitaron y desde entonces... las avestruces meten la cabeza en agujeros del suelo para enamorarse de apuestos koalas.

La otra versión es la que cuentan algunos que entienden de animales. Dicen que cuando una avestruz se siente en peligro, mete la cabeza en un agujero y así piensa que no le ve el que le quiere hacer daño (algún depredador de esos malos, ya se sabe), que está escondida. Al parecer tienen el cerebro chiquitito y tal. Otros veterinarios dicen que eso es mentira pero bueno... cada cual que crea lo que más le gusta.