La segunda y harta
Siento una rabia inmensa que va más allá del límite de los límites. Tan enorme que movería camiones con mis manos, golpearía paredes hasta destrozarlas y lloraría océanos para hacer mareas con mis gritos. La fuerza o la energía que se concentra en mi ombligo es superior a la de un hombre de mi tamaño. Reduciría a la nada a cualquiera que me hiciera daño.
Por segunda vez.
Y lloro desde la desolación y la impotencia de las injusticias. Que quien no hace daño recibe daño. Ninguna persona debería privar de Libertad a ninguna otra. Y si por algo lloro es por la asuencia de ella... protégeme.
( mareada )
( la génesis de un ser que proyecta y un ser que retiene )
( pero no olvido )
2 Comments:
Y así es como la rabia sabe hacernos fuertes,
pero los extremos se tocan;
y así es como la rabia nos hace cada vez más vulnerables.
Ahora llego, te abrazo y te digo que nada ocurrió, que todo va a salir(-nos) bien.
Y tú, me crees.
Puede que entonces yo también me crea.
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