quien critica el cinismo
El desasosiego de tu copa medio llena
y la mia medio vacía
no tiene más color que de la decepción.
Tú, que respiras olores frutales
espareces esperanza desteñida
a cambio de favores coloreados
por mis manos desdichadas,
por mi tiempo, ahora perdido.
Doy media vuelta y sigo parada
de espaldas al que fue mi alimento,
tus palabras, tus miradas, tus consuelos.
Con rumbo y sin prisa ni combustible
todo sigue sin sentido pero vuelto del revés.
¡Qué importa que mi amor no pudiera
guardarla!
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Sonríe dulce, pero bien sabes que mi dolor
será tú...
Qué digo.
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