Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

jueves, marzo 31, 2005

el autobús con dos pasajeros macho que hablan de la e

Armas y ganas hacen una guerra en la cama.

Suena un pitido intermitente en el autobús.
- ¿Te imaginas que es una bomba?-
- ¿Te imaginas que lo cuento?-

No hay más vueltas. Un día las cosas están regular, todo descolocado, la habitación desordenada, algo pasa. Mentira. Resulta que es que no pasa nada. Eso es lo que me inquieta, que no pase. Pero es que no tiene que pasar y yo erre que erre, que pase. Va resultar que he aprendido algo, o es que no lo recordaba: que las cosas pasan o no, y lo hagan o no, no pasa nada. Esta noche me acuesto con otro brillo, con el desbrillo deseado. Siendo consciente de que David tiene razón en que el otro hace y deshace como quiere, y yo dejo que pase. Sí, parece que no aprendí una lección, la del niño. La historia se repite pero no tanto ¿?¿ um...

¿Enamorada? eso sí que me hace gracia
jajajajajaja
Nada de lios, solo sexo. Y armas. Y ganas.
Y más y más. Piden casualidades y las habrá jisjsisjis