Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

martes, abril 19, 2005

primavera de-menta

Cada mes pesa ser Marta, no más ni menos, solo pesa. Así que tras mi viaje mensual de nomencuentro hoy me puse las bragas de manga larga porque parece que hce un poco de frío primaveral. Este año denunciaré a quientoque por traerla tan gris.

A saber qué harán las flores que abren los pétalos para ver la claridad y encuentran la mitad de lo esperado. Eso suele pasar aunque ellas no lo sepan.

Quizás nos indemnizarán por esta primavera de broma -todo llega -. Y cuando eso pase espero estar atenta y cogerlo, no se vaya a escapar la oportunidad por mirar a otro lado, no vaya a ser que sea la de la vida.

Mi primavera de mentira -y ya empezamos con los repartos y los posesivos - no es la primavera de la gente. Hay lugares donde cuando en Madrid hace frío, allí hace calor. Véase Torre del Mar que no baja de 10 grados en invierno.
- Claro, es una temperatura estupenda, magnífica , maravillosa (oh sí) - decía como ofendido y yo preguntándome de qué era culpable, si de no saberlo, no pensarlo, de la culpa de todos probablemente. Como cuando alguien me pregunta por mis pretensiones o se queja de que soy sosa. - ¿Ah sí? pues pagas por todas las personas que anteriormente lo dijeron.-

Menos mal que todavía hay gente seria y le acaricio el pelo.

El caso es que no sé cuantos grados pero se empieza por efe y me acurruco en la cama como cuando hace Diciembre.

Estos días la gente tiene los ojos verdes. Inmensos ojos poblados y despoblados. De los que quieren pintar la primavera de su color. Otros no son verdes pero la mayoría sí, digo. Y aunque no encuentre los suyos porque resulta que se ha ido, dejé de plantearme cosas y pinto y despinto, como me viene en gana. Sobre un lienzo sin marco, como siempre dijimos y en lo infinito de la tela.

En fin - como dice el chico anzuelo y tan mal me suena por determinante y pum - veremos qué deja la marea sobre mi pijama cuando baje.

A ver si aprendo algo además de que los meteoritos de 600 kilos son pequeños,

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

y, ¿qué importa que pase si ellas no lo saben?

quizás es mejor así.

21 de mayo de 2005, 17:29  

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