Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

viernes, julio 15, 2005

calenturienta

Llevo un par de días con los grados un poco subidos.
El calor paraliza, igual que el miedo y los nervios. Que ya puedes estar dando vueltas o subiéndote por las paredes, que estás paralizado. ¿Dónde tienes la cabecita?
Calentita.

Por culpa de los calores he paralizado mi vida laboral y mi vida como conductora. Es injusto. Quizás alguien en Nueva Zelanda estuviera cortando patatas para el guiso y por eso ahora tengo anginas. Unas tan gordas como las patatas. El caos.
Resignada.

La gente entra y sale de mi vida a una velocidad que no sé. Es raro.

Y luego resulta que o estoy sola o quiero estarlo, así que no me preocupa lo que haga la gente. Aunque sí los sentimientos de la gente.

Y creo que he aprendido que no se debe dar bolita, a veces hay que cortar por lo sano. Y la bolita para el ratoncito.

Cuando me deshinche empezaré a hablar.

Aprendí que es bueno hacer muchos planes y que no es malo que alguno se trunque. Todo ocurre por algo.