Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

domingo, agosto 03, 2025

La de jugársela

 Se borra y ya.

domingo, julio 13, 2025

Querido cuñado

 Deporte nacional:dejar pasar el tiempo. 

Dejar pasar el tiempo de las sonrisas detrás de una pantalla. 

Dejar pasar el tiempo de las chispitas en las miradas

Dejar pasar el tiempo de bolígrafos perdidos que firmaron el desacuerdo en el que nos encontramos

Entre la timidez y el resentimiento aquí no hay más que cadáveres lanza besos entre confesiones que te rechispetean el cerebro pero me adormecen,  me alejan

Irrespetuoso con mis decisiones, atajas por donde te da la gana para llevar al cementerio tus caritas sonrientes de supuesta sinceridad 

Pues es que reclamo a gritos el divorcio y como si oyeras llover, sigues pico y pala, como si no fuera contigo,  como un niño con su pelota desinflada, botando en el jardín mientras llueve y, tú,  como si nada, imaginas que estás en la mejor cancha

Ya vale,  te grito. Y no recoges el puto ancla. La hostia de las expectativas elevadas de las que presumes fue suficiente.  De qué vas. Qué te has pensado que soy? La que va a alimentar tu ego herido por el paso del tiempo y la inacción? Yo,  divorciada,  no soy a quien vas a usar para probar a besarse.  De qué vas. Te besas con la de las expectativas y me dejas en paz svp.

Paseas palabritas amables, bien sonantes, de afecto.  Que de qué coño vas? Que hay divorcio aunque te lo pases por el forro de los huevos. Que si los tienes,  vamos, y demuéstralo,  no hagas la del niñato que ya los tenemos negros.

Definitivamente los 40 no se diferencian mucho de los 7. 

martes, mayo 27, 2025

21bis, la puerta de al lado

Se reían emocionados, calculando el alcance del impacto, sin declarar su estado civil.

Ahora tocaba atravesar el tiempo.

domingo, julio 24, 2016

Estar acojonado es el principio.

El acojone mundial se puede observar, según la Universidad de Michigan, en:

Cuando te das cuenta de que no tienes Nesquik y no sabes qué desayunarle.
Cuando piensas que bajarte del coche así o asao hará que cambie su manera de mirarte.
Cuando te despiertas por la mañana a su lado y te das cuenta de que hasta has dormido bien.
Cuando, además, es que te pudiste dormir rápidamente con sus caricias.
Cuando haces preguntas de meestoyacojonandoviva y no contesta.
Cuando te pone histérica, a lo quinceañera, volver a verle
y eso que es la enésima cita.
Cuando le pides que sea tu amigo de facebook y dice que no.
Cuando quieres gritarle al mundo que quizá sí y mira quién es, que te va caer genial.
Cuando escribes algo que leerá.
Cuando te propone hacer algo que te acojona y dices sí.
Cuando le ves escribir dos besos como los que pone a su madre.
Cuando observas cómo te comportas y te sientes una gañana
pero justificas todo con la palabra ilusión. Y acojona.
Cuando lo que tienes te parece que será poco en su mirada.
Cuando no sabes si hacerte la remilgada o ser natural.
Cuando no sabes si hacerte la descariñosa o ser natural.
Cuando creer que no ser una misma, hará que se vaya.
Cuando ves que se mosquea por un chupetón inocente.
Cuando, por algún motivo que quizá se llama acojone, sientes que no quiere ir más allá.
Cuando el más allá es dar vueltas en el infinito y vas a ciegas.
Cuando de repente vuelve a nacer el sentimiento de querer apostar
y te preguntas si no volverá a ser un robot...
Cuando ves su mirada de niño, su carácter infantil, y te acojonas por lo del apostar.
Cuando te haces bicho bola en la cama y agarrada a la almohada
te preguntas si no le parecerá feo lo que acaricia.
Y, un paso más allá, te preguntas que si se ha dado cuenta, si lo evalúa negativamente.
Y, si así fuera, entonces qué leches está haciendo encima de mi colchón.
Cuando de pronto tienes ganas de salir de tu jaula porque parece que hay un buen motivo
pero vas con un ala rota renqueante, buscando donde agarrarte.
Y se lo dices, y vuelve el silencio.
Cuando piensas que puede llegar el momento en que prefiera una veinteañera.
Cuando te confiesas que si las cosas no salen bien, no será otro drama. El hacerse mayor acojona.
Cuando no sientes la libertad de decir o de hacer por no agobiarle.
Cuando por la calle te apetece cogerle la mano pero no por el motivo del punto anterior.
Cuando te dice que piensas demasiado y a ver qué haces con tus pensamientos si están ahí.
Entonces viene el acojone de pensar que no deberías pensar y menos escribirlo.
Cuando resuelve tu puzle de las puertas y resulta que es un corazón.
Cuando desde el minuto uno ves señales que le colocan un neón apuntándole pero no tienes prisa.
Cuando te ves comprando Nesquik y croisants de chocolate.

Acojona bastante cuando te das cuenta de que le interesas y que te recuerda.
Acojona bastente la irremediable incertidumbre del estar construyendo algo que no existe.

sábado, febrero 20, 2016

Te maldigo hasta el infinito con escupitajo incluido
porque eres un traidor.
No me inventé una historia
ni soy culpable de
fuiste la mitad del todo
alimentaste un hijo mal parido
me hiciste creer que estabas pero eras una puta sombra
una sombra de condescendencia e inmadurez sentimental
que me perseguía
participaste en la mitad del todo.
Es que te odio.
Es que odio como me miras como si estuvieras por encima de mi
como con esa mirada me dices: tú no.
Es que te odio.
es que compartirás todas esas cosas que son mias con alguna ella estúpida
una que eligirás porque no soy yo
Te odio puto robot
eres un mierda por inmaduro sentimental,
por jugar a un juego del que no conoces las reglas
Te odio

lunes, julio 13, 2015

Dejé de ir detrás de ti, como una niñata, el día que te dije que te echaba de menos y tú contestaste:

me lo pones difícil a posta o sin querer?

Entonces se me revolvió la vida. Y me fui. Me fui donde realmente se me quiere y se me cuida con la placidez, comodidad y bienestar. Con amor y cuidado.

Volví sabiendo, por fin, que lo que me ofrecías era nimio y que conformarme con eso era una puta estupidez.

Y, ahora, después de un año te miro con recelo pero de frente. Aparqué el remolque. La opresión sentimental a la que me sometiste surtió efecto. El impulso infantil ya no existe y no sé si apenarme o qué pero aunque tu olor me ponga cachondísima y en ti encuentre un hogar...apenas me apeteces.

Te invito a que me eches de menos. Te invito a que me invites a tu remolque.

Con perspectiva me he dado cuenta de lo básico que eres y de que todo tiene su momento. Aquel no era el momento del nosotros por mucho que yo quisiera correr, por mucho que me empeñara. Y tengo ganas de plancharte la camisa pero no de coronar tu lavabo con mi cepillo. Quizá si con el tiempo aceptas mi invitación y me echas de menos y decides que no quieres que me vaya de tu vida, quizá entonces podamos negociar este asunto. Eres básico y te atribuí algún tipo de poder mental que hacía que  vieras más allá, pero no, eres simple aunque cuestiones todos los valores del universo.

Mientras tanto... la ilusión ya no está en que me aguantes la mirada, en que te apetezca quedar, en que me hayas rozado con tus dedos el tobillo...la ilusión que me queda contigo es rellenar mi excel de la lotería.

viernes, abril 03, 2015

¿Tomar decisiones sobre tu presente en función de las expectativas futuras?

Los individuos racionales lo hacen a todas horas pero quizá mejor pensar en tomar decisiones sobre tu presente en función del bienestar del ahora.

Que tenían razón los otros, que no hay futuro...