Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

martes, diciembre 25, 2007

77

Traviesa duendecilla,
de orejas de soplillo y boca torcida,
que con tus ojos
esculpes amores en mi sonrisa.

Róbame cuanto quieras
mientras te rinda pleitesía.
Cantaré siempre a tu nariz chatina.
Revoltosas mejillas
Uno!
Haz uno con el dedito!

lunes, diciembre 24, 2007

Érase un niño que se lanzaba a la aventura.

Érase un niño que se lanzaba a la aventura todos los días,
y en el primer objeto que miraba y aceptaba con
asombro, piedad, amor o temor, en este objeto se convertía,
y ese objeto se ha´cia parte de él durante el día o una parte
del día... o durante muchos años o largos ciclos de años.

Las primeras lilas se hacían parte de este niño,
y la hierba y el dondiego de día, blanco y rojo, y el trébol,
blanco y rojo, y el canto del febe,
y los corderos nacidos en marzo y los lechones sonrosados
de la marrana, y el potro de la yegua y el ternero de la vaca
y la pollada ruidosa en el corral o junto al fango de
estanque, y los peces que se suspenden tan curiosamente
allá abajo, y el hermoso y curioso líquido, y las plantas
acuáticas con sus cabezas gráciles y planas... todo se
hacía parte suya.

Y los brotes de abril y de mayo se hacían parte suya...
los retoños del grano en inivieno, los del maíz
amarillento y las raíces comestibles del huerto,
y los manzanos frloridos y el fruto después... y las
bayas... y las hierbas más vulgares de los caminos;
y el viejo borracho que se tambalea hacia casa desde el
retrete exterior de la taberna, de donde acababa de levantarse,
y la maestra que pasaba de camion a la escuela... y los
afectuosos muchachos que pasaban... y los
pendencieros... y las cuidadas muchachas de mejilllas
frescas.... y el muchacho y la muchacha negros con pies descalzos,
y todos los cambios de la ciudad y del campo adondequiera que iba.

(...)

las dudas diurnas y las dudas nocturanas... y el si y el cómo extraños,
si lo que parece ser así es así... o si no son más que
destellos y manchas,
hombres y mujeres apretujándose en las calles... si no son
destellos y manchas, ¿qué son?
las calles mismas y las fachadas de las csas... las mercancías
de los escaparates,
vehículos, caballos de tiro, embarcaderos de tablones, y el
enorme tránsito de los ferris;
el pueblo en la colina visto de lejos al ocaso... el río
entre ambos,
sombras, aureola y bruma, luz cayendo en los tejados y
aguilones blancos o pardos, a tres milllas de distancia,
la goleta cercana cabeceando soñolienta con la marea, el
pequeño bote remolcado a popa con el cabo flojo,
las olas que corren y voltean y las crestas que al chocar
se rompen con rapidez;
los estratos de nubes multicolores... la larga franja de
tinte castaño solitaria... la extensión de pureza en la
que flota inmóvil,
el filo del horizonte, el cuervo marino en vuelo, la fragancia
de la marisma y el cieno de la playa,
todas estas cosas se hicieron parte de aquel niño que se
lanzaba a la aventura todos los días y que se lanza ahora
y se lanzará a la aventura cada día,
y todas estas cosas se hacen parte de aquel o aquella que
ahora las lee atentamente.

BUENO, el poema es demasiado largo pero vale la pena, es como un cuadro. El día menos pensado lo pintamos en una tela. El autor el señor Whitman.

Como verás, Javi, estoy leyéndolo eh! para ti el poemita del niño, señor peter pan (lo de las lilas te queda genial)

sábado, diciembre 22, 2007

ay Subiela cómo eres

"El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero"

Ramón Gómez de la Serna

- Yo no creo que usted pueda ayudarme en algo. Le agradezco la intención pero es muy absurdo
- ¿Qué?
-Todo en la vida es absurdo.

-¿Ha pensado en matarse alguna vez?
- No. Le rajo a la muerte.
- ¿Cómo?
- No haciendo lo que la muerte espera que haga. La gente no muere por enfermedades muere por aburrimiento, por hacer lo correcto, lo debido, lo esperado. Piensan que el aburrimiento es un estado natural y así se entregan dócil y mansamente a la muerte,
pero bueno, es esa su especialidad ¿no?

- ¿Cuál?
- Domesticar rebeldía.

El resultado del amor.

domingo, diciembre 16, 2007

Solo muere lo que olvidas.

viernes, diciembre 14, 2007

vuelvo a ti

Verás, negar lo que sí existe sería una niñería. Estoy emocionada y "hasta confianza".

Es una forma un poco dramática de comenzar pero si no, no sería yo, aunque ya se sabe que somos personas emocionalmente sanas y equilibradas:

tú el vicioso o viciado
y
yo la anheladora o anhelante

No sé hasta qué punto te habrá costado abrir, extraer y coser. Quiero pensar que poco pero acostumbrada como me tienes a la falta de escenas de sinceridad de túayo, supongo que un poco más que poco. Pero yo siempre me equivoco y no entiendo, entonces...

me empeño en llenarte la vida de placebos edulcorados que no necesitas y que yo saboreo cada día, cabezota, pensando que en realidad los quieres. esos caramelitos para endulzar el trabajar, las miradas tránsfugas, las "mis obligaciones".

derrocho y te intento envolver de energía inútil que coloca silencios entre nosotros. digo "nada nuevo" y agacho las orejas.

convierto a los actores en la chiflada y el frustrado que canturrean hasta la axfisia, sin ser por nada personal.

agotadora e hiriente, rozadora de lo absurdo pero recobradora de la razón tras románticas paranoias.


Cuando dices "hasta confianza" me pregunto si los dos entendemos la confianza de la misma forma. y si tú buscas fé en la rae yo busco esta:

confianza.

(De confiar).

1. f. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.

2. f. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.

4. f. Ánimo, aliento, vigor para obrar.

6. f. Familiaridad o libertad excesiva. U. m. en pl.

de ~.

1. loc. adj. Dicho de una persona: Con quien se tiene trato íntimo o familiar.

2. loc. adj. Dicho de una persona: En quien se puede confiar.

en ~.

1. loc. adv. confiadamente.

2. loc. adv. Con reserva e intimidad.


¿Confianza para confesar o "poner a prueba" la amistad? Yo no confío en nadie porque nadie siempre se termina yendo pero a veces creo en las personas.

Escondes caramelitos que me tiras por el camino que voy recogiendo sonriente como una niña, niñita.

Siempre le pongo pegas a todo porque todo me parece poco pero no significa que no valore lo importante (aunque puntualmente te odie).

Aprendo de ti y de mí por ti cada día. Podrías dar lecciones a muchas personitas de supervivencia suicida bastante útil. Creatividades a parte... no sé si por tu cabeza de chorlito o tu excesiva inteligencia siempre escribes sonrisas. Y yo esas las necesito cerca, mi placebo edulcorante antiparanoidal.

"Amiga mía", tengo la sensación de que cualquier cosa que diga ya la sabes y de que escribo para decírmelo. Y quiero que sepas que muchas cosas que has dicho ya las sabía. Y "con la mano en el pecho" y la otra secándome balbuceo que cuando no estás te echo de menos.

"en estos días"
"tanto... (¿?)"

Creo en ti y abrázame siempre ¿recuerdas? así empezó el principio.