Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

sábado, noviembre 24, 2007

cuando dos corazones machacados juegan en el salón

76

Barriendo estoy, quitándole hierro al asunto.

La escena final quedó bellísima:
el sofá descolchado y los cojines destrozados,
en la lámpara faltaba la lencería fina
y nosotros nos miramos asombrados
(sonrientes)
porque, y a pesar de todo, a distintos ritmos
latimos pareados.

Cuando dos se han dado cuenta de algo así
no queda ya lugar para aquel:
“llegarás a entender qué eres para mí”
sin salir por patas del escenario.

Corre nene! Que barro antes de cerrarlo.

viernes, noviembre 23, 2007

75

Repite que volverás a pedir perdón.

Que volverás a pedir perdón y a rasgar las vestiduras
que te quedan bajo esa vida descuidada de enfermedades,
de sueños perdidos y de tiempos mejores.

Volverás con licores de sudor, de los enjuagues de nuestra verdad,
en tazas de café sin azúcar y endulzados con nuestras mentiras.
Licores adornados con risas viajeras de equipaje ligero.

Aunque tú no lo sepas hoy volverás a picar mi puerta.
Mañana te dejarás las uñas, pasado a cuchillazos
y un día de estos flotarás sobre tu propio charco.

Dime que volverás para decir que no vuelves porque eres un contínuo ir,
siempre un tiempo infinitivo.
Para que entienda que mientras yo paseo sobre ciclos
tú vas en línea recta discontínua, borracho de todo y de nada.

74

Maldita Ramera jajajaj
Lo siento, Nerea, no quise.