Una golfa más que repta entre tus piernas a cambio de abrazos podridos de falsedad "yo te cuidaré".

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Malgastas una vida caótica.
Sin mariposas y sin alas que batir,
sin mariposas en el estómago,
sin mariposas de colores que seguir.

Sin mariposa roja de cuento de hadas.

Sin un tornado en Japón provocado por un aleteo.
Y sin alas.

Flotas en un sistema irreversible
donde las condiciones iniciales te condicionan el batir.
Bajo el paraguas de lo opuesto y el “aparente” desorden
no hay modelo que te pueda predecir.

Sobrevives gracias a tu comportamiento ordenado y razonable.
Encajado en ciclos que tu tiempo lineal cumple a rajatabla.
Y no intentes volver atrás
porque cada momento del sistema es único e irreal.

Se busca jardinero.


Porque me crece la mala hierba
en el hueco que queda entre seso y seso.
Porque me crecen hierbajos
entre los dedos de los pies.
Yo que me volvi de secano.

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Tú es que eres impar y a ver qué haces.
Pues eso, seguir como siempre.
Pero los impares han de aprender a seguir
cada día, a cada paso,
suenan pisadas y brotan sucesos impares.
Bueno ¿y qué?
Tú verás si puedes soportarlo.
Dirás llevarlo conmigo de la mano.
Si para ti es así...yo no aguanté y caí.
Espero que no me pase.
El que espera desespera.
Ya, terminaré cayendo por definición.
Si nos hubieran definido de otra forma...
Deja los condicionales, no sirven.
Está bien.
¿Seguimos?