Cosas que aprendí un día y escribo para no olvidar

**Creo en la ciclicidad de las vidas, como en el ciclo del agua - sol, nube, agua -, en la ilusión y en la soledad, hermanas. En la escritura antes que en las palabras y en la lucha interna y externa.**

martes, enero 08, 2013

La magia de la nada

Estoy respirando hacia dentro para llenarme de nada.
Estoy respirando hacia dentro para llenarme del vacío del aire.

Aire que centrifuga últimamente más fuerte
y reseca pensamientos húmedos, vivitos y coleantes.

Aire que asesina expectativas con ataques circulares
como hace el mago con su varita antes de tocar la chistera
y sacar el conejo.

Aprendí que al vaciarse cambia el color del tiempo,
camino más derecha, más sonriente, más despreocupada,
sin miedo, sin nada que perder, sin esperarte,
con mi traje de lentejuelas de libertad.

No me ato a mí misma ni te encuentro en el futuro
ni me importa lo que eres en mi vida
porque no hay silla con tu nombre esperándote.
Pero pasa y siéntate, por favor.

Hombre libre, vacío, practica tu equilibrismo.
Aquí tienes esta silla con tres patas
aquí tienes donde hacer malabarismos,
caerte, levantarte, subirte, tirarla al aire.

Tíramela a la cabeza. Está vacía. No duele.

Bailemos y que el aire pase a través de nuestros cerebros.
Que nunca se llenen de otra cosa que no sea la nada de nuestra libertad.